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Resumen

Con este intercambio en Íscar, pretendíamos que durante 12 días, participantes de Turquía, Grecia, Rumanía, Polonia, Italia y España exploraran el concepto de “economía rural” y sus grandes posibilidades para generar empleos productivos y decentes, además de contribuir al desarrollo sostenible y al crecimiento económico. Aunque la economía rural representa una parte importante del empleo y la producción en muchos países en desarrollo, también se caracteriza por altos niveles de pobreza y déficits de trabajo decente, afectando a casi el 80% de la población mundial en situación de pobreza.

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La promoción de trabajos decentes en la economía rural es fundamental para erradicar la pobreza y asegurar que se satisfagan las necesidades nutricionales de una población mundial en crecimiento. Este principio está reconocido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que subraya la importancia del desarrollo rural, especialmente en la agricultura y la seguridad alimentaria. Además, no debemos olvidar el potencial de creación de nuevos empleos rurales asociados a la digitalización, las energías verdes, las actividades turísticas y la promoción de productos, así como las oportunidades emergentes de empleo orientadas a la reducción de costos.

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Es evidente que el mundo rural está en constante crecimiento y su economía tiene un potencial en desarrollo cercano al 40%, con recursos que se pueden aprovechar hasta alcanzar un 70-80% de su capacidad. En términos económicos, esto representa una gran cantidad de dinero y oportunidades de empleo, y los jóvenes no pueden ni deben ser ajenos a este tipo de oportunidades.

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Resultados

1º